Saber manejar el cuadro eléctrico ante un apagón es de esas cosas que cualquiera debería aprender para estar preparado, pues de vez en cuando todos nos enfrentaremos a cortes eléctricos, y conocer cómo utilizar el lugar donde está la solución es fundamental.
Dos artículos, correspondientes a sendos blogs –el del diario 20Minutos y Homosapiens– resultan de enorme utilidad al respecto. Para el primero de ellos, lo idóneo es empezar por determinar el alcance de la avería: ¿es sólo en tu hogar? ¿es el edificio entero? ¿afecta a todo el vecindario? Mira por la ventana, o sal fuera para comprobar si tus vecinos también han sido afectados.
Determinar el alcance
Si el apagón es general, ya sabes, ponte en contacto con la compañía eléctrica, ármate de paciencia y busca utensilios con los que iluminar este rato. Nunca está de más en invierno tener preparado un pequeño kit «anti apagón» con mecheros/cerillas, velas, linternas… y recuerda que nuestros modernos móviles pueden sacarnos del atolladero fácilmente.
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El segundo, en caso de que el problema radique sólo en tu casa, es necesario comprobar i uno de los interruptores que se encuentran dentro del cuadro eléctrico ha saltado y se encuentre apagado. Se podría decir que hay dos situaciones habituales: que se trate del ICP (Interruptor de Control de Potencia), lo que indicaría que has superado el consumo que tienes contratada en tu tarifa eléctrica y, por lo tanto, lo que tienes que hacer es moderar el uso de los aparatos; o que se trate del ID (Interruptor Diferencial).
El diferencial
Si lo que falla es el ‘diferencial’, es posible que subiéndolo de nuevo se restablezca la electricidad y quedes como un jodido manitas (un héroe solucionando problemas domésticos) simplemente con encender de nuevo un pequeño interruptor. Enhorabuena. Pero no siempre es tan sencillo…
Esta es la parte más complicada. Lo mejor en este caso es ir subiendo uno a uno los PIAs (Pequeños Interruptores Automáticos), que dividen la corriente en las diferentes estancias de la casa. Así, podremos identificar fácilmente cuál es el que nos está dando problemas e ir allí directamente para ver qué aparatos tenemos conectados. Llegados a este punto, probamos a enchufarlos en otro punto de la casa y si lo que falla es el aparato (y no el enchufe) nos podemos ahorrar la llamada al electricista.
Reproducimos, por su interés, el interesante gráfico que publica Homosapiens, que aclara los pasos anteriores. No obstante, si quieres leer el artículo entero pincha aquí.